viernes, 24 de junio de 2016

DKR - THE LAST CRUSADE: OTRA MUERTE EN LA FAMILIA

Dark Knight Returns: The Last Crusade. Guión: Frank Miller y Brian Azzarello, basado en The Dark Knight Returns, de Frank Miller (acreditado); y A Death in the Family, de Jim Starlin y Jim Aparo (no acreditado). Dibujos: John Romita Jr. Tinta y color: Peter Steigerwald. Portadas: John Romita Jr. (regular), Frank Miller, Jim Lee, Lee Bermejo, Bill Sienkiewicz (alternativas). Editor: Mark Doyle. 64 páginas a color. DC Comics. ISBN: 978-1401-26-506-9. EE.UU., agosto de 2016. 

No estoy encontrando la cantidad de tiempo que me gustaría dedicarle a la lectura. Por ende, libros y revistas se me siguen acumulando. Y a un ritmo que no puedo controlar. En algún lugar de la pila están dos números del DK III: The Master Race, esperando su turno. La nueva secuela me atrae, es cierto, pero no tanto como para despertarme la ansiedad de buscarlas en medio del caos vertical que crece. Pero no me pasó lo mismo con Dark Knight Returns: The Last Crusade, novela gráfica que oficia de precuela al DKR original. Y la razón tiene nombre y apellido ilustre: John Romita Jr. 


¿Qué le voy a hacer? Romita Jr. es una debilidad. Me gusta lo que hace. Me pueden la elegancia y la potencia con que sabe resolver las obviedades del género superheroico. Una capacidad narrativa que le cae como anillo al dedo a esta historieta, que también resuelve con originalidad el hecho obvio (por conocido) que le aporta el espesor dramático insoslayable a esta trama. 


No arruino nada al decir que todo gira alrededor del destino final del segundo Robin, el Jason Todd que los lectores norteamericanos eligieron enterrar en Una muerte en la familia, el arco argumental que marcó al Hombre Murciélago en el lejano 1988. Y aunque no figure en los créditos, es en esta saga que Frank Miller y Brian Azzarello buscaron referenciarse al escribir The Last Crusade. Este Jason Todd que retratan con rápidas y precisas pinceladas, coincide con el que Jim Starlin perfiló durante su andadura al frente de los guiones de Batman que desembocarían en un Robin muerto: Un personaje violento, que no mide las consecuencias de su accionar extremo porque, simplemente, disfruta haciendo lo que hace. 


Las diferencias entre ambas aventuras terminan prevaleciendo por los detalles que Miller y Azzarello van soltando por carriles aledaños a la ruta principal. Los condimentos con que sazonan un plato conocido hasta el hartazgo, logrando sutilezas que modifican y amplían la percepción de los sabores en boca. Nada más (y nada menos) que los paralelismos entre Batman y el Guasón, preparativos para el choque último que ocurrirá recién en el DKR iniciático, aquel que leímos por primera vez hace treinta años. 


Sabiendo que el final del cómic viene sabido de antemano, Miller y Azzarello aciertan al buscar el interés del lector en el desarrollo concatenado de los tres procesos internos que entrelaza The Last Crusade. Por un lado, la decadencia social y moral de Ciudad Gótica, que corre en paralelo al ascenso del Guasón como figura de culto para las nuevas delincuencias. Y por otro, el estigma de un Batman transitorio entre la plena dedicación y el retiro. Un Batman que se está poniendo viejo, con signos evidentes de fatiga, que permiten la aparición de miedos, fragilidades y dudas tapadas hasta ahora por la obsesión monolítica que vino motorizándolo sin descanso. La toma de consciencia de su finitud como encarnación física de un símbolo destinado a trascenderlo. Necesaria continuidad de un legado que lo obligará a evaluar la calidad de su rol cuasi parental con Robin, su responsabilidad en la crianza de la próxima encarnación del mito. 


Sutilezas que el trazo de Romita Jr. traduce con contundencia y plasticidad. Respetando la puesta narrativa y el tempo del DKR milleriano, potenciando sus logros comunicacionales y descartando aquellas novedades que el tiempo terminó transformando en clichés. Una historia de baja escala que (re)pone en valor la carga traumática de un punto y aparte en la cronología interna del héroe. Y que ha logrado despertar, en mí, la ansiedad para buscar esos dos números del DK III que tenía arrumbados. 
Fernando Ariel García 

Frank Miller 

Jim Lee 

Lee Bermejo 

Bill Sienkiewicz 

Links: 
DK III: The Master Race Libros 3, 4 y 5

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