miércoles, 15 de octubre de 2014

THE FLASH: RÁPIDO Y FURIOSO

The Flash (Episodio piloto). Director: David Nutter. Protagonistas: Crant Gustin (Barry Allen / Flash), Candice Patton (Iris West), Danielle Panabaker (Caitlin Snow), Rick Cosnett (Eddie Thawne), Carlos Valdés (Cisco Ramón), Tom Cavanagh (Harrison Wells), Jesse L. Martin (Joe West), Michelle Harrison (Nora Allen), Chad Rook (Clyde Mardon), John Wesley Shipp (Henry Allen), Stephen Amell (Oliver Queen / Arrow), entre otros. Guionistas: Greg Berlanti, Andrew Kreisberg y Geoff Johns, en base a personajes, situaciones y entornos de distintas historietas de DC Comics, principalmente The Flash. Jueves a las 21:00 horas, por Warner Channel (Argentina). Berlanti Productions / Warner Bros. TV. EE.UU., 2014.

Portentoso e imperfecto. Extraordinario en general, pero incompleto por partes. Las sensaciones que me quedaron después de ver el primer episodio de The Flash, el nuevo programa superheroico del Universo DC que, entre nosotros, debutará mañana a las 21:00 horas por la pantalla del Warner Channel, justo antes del estreno de la tercera temporada de Arrow. Como todo capítulo piloto (Gotham, por ejemplo), el de The Flash abarca mucho, demasiado; y termina apretando poco. La sobreabundancia de personajes, tramas y subtramas ocupa más tiempo de aire que la historia a contar en el día. Poniendo a prueba el velocímetro, la serie pasa por las situaciones que propone, sin atraversalas. Informa pero no crea, diría el Chandler enojado (y con razón) con Hollywood.


Salva la situación que el tono elegido sea mucho más ramplón, ligero, humorístico, luminoso y optimista que el de Arrow. Anclada en los cánones del melodrama con toques de comedia romántica, The Flash apunta al entretenimiento de base hormonal, menos pretencioso a la hora de intelectualizar motivaciones y dilemas morales. Si desde el comienzo, Arrow se mostró consustanciada con la visión narrativa del Batman de Christopher Nolan, esta nueva encarnación catódica del Corredor Escarlata parece cortada (adrede) bajo el modelo Marvel explotado en la pantalla grande con la trilogía de Iron Man y Guardianes de la Galaxia.


Básicamente, la trama sigue el origen establecido en Showcase Nº 4 (1956) y su relectura actualizada en la miniserie The Flash: Rebirth (2009), escrita por Geoff Johns (no casualmente el guionista del episodio y uno de los productores ejecutivos del programa), desde el accidente de laboratorio que le otorga sus poderes a Barry Allen (Crant Gustin) hasta su enfrentamiento con el primero de la famosa galería de archicriminales tomados de las historietas, en este caso un Mago del Tiempo que no usa su nombre clave y se queda sólo con el anodino Clyde Mardon (Chad Rook). En el medio, el inicio del romance entre Flash e Iris West (Candice Patton) y el aviso de que los viajes temporales serán una temática recurrente e insoslayable. 


A pesar de asumirse como opuesto de Arrow, este The Flash empodera su condición de desprendimiento de la serie que es columna vertebral del moderno Universo DC televisivo. Del oscuro rincón del Arquero Esmeralda, que en su segunda temporada introdujo a Barry Allen, Caitlin Snow, Cisco Ramón, Harrison Wells y los laboratorios S.T.A.R. en donde transcurrirá la pata científica de cada aventura, la nueva serie también se trajo el dilema principal a resolver en el primer tramo de la temporada: El asesinato de la madre de Barry a cargo de un metahumano que los veteranos lectores del cómic identificarán por su identidad reversa.


La incorporación de información sensible que ya manejan los conocedores de la mitología superheroica impresa es, realmente, un gran acierto de los guionistas, sobre todo porque aparece naturalmente equilibrada con los atractivos que la trama ofrece al espectador medio. Y, la verdad, el panorama que se abre alcanza (y sobra) para poner en llamas hasta al más apático de los fanáticos: Juego referencial con Crisis en las Tierras Infinitas (la saga en la que muere Barry Allen). Menciones a las empresas Stagg, Palmer, Kord, Ferris, y Wayne, o sea la posibilidad de ver en pantalla a Rex Mason/Metamorpho, Ray Palmer/Atom (interpretado por Brandon Routh en Arrow), Ted Kord/Blue Beetle, Hal Jordan/Linterna Verde y Bruce Wayne/Batman, respectivamente. Transformación de Caitlin Snow en Killer Frost y de Cisco Ramón en Vibe. Incorporación de Martin Stein (Victor Garber) y Ronnie Raymond (Robbie Amell), o sea las dos mitades que conforman a Firestorm; y de los supercriminales Capitán Frío (Leonard Snart), Onda Cálida (Dominic Purcell), el Flautista (Andy Mientus), Plastique (Kelly Frye), Clock King (Robert Knepper, retomando su papel en Arrow) y un Profesor Zoom que juega a las escondidas. Y para los nostálgicos de la noventosa serie de TV The Flash, la participación de John Wesley Shipp (Flash) como Henry Allen, padre de Barry; y la de Amanda Pays retomando su papel de la Dra. Tina McGee.


Ahora sólo queda ir viendo cómo se desanda el camino hacia los Titans (versión catódica de los Teen Titans y escala televisiva de la Liga de la Justicia que empezará a armar Batman vs. Superman: Dawn of Justice en el cine), esperando ansiosos la parada obligada en el crossover con Arrow, bautizado The Brave & The Bold en homenaje a la clásica revista de DC. Pisando el acelerador a fondo, por supuesto.
Fernando Ariel García

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