martes, 8 de abril de 2014

BONSAI Nº 1: MUCHA TERNURA PARA COMPARTIR

Bonsai Nº 1. Autores: Gerardo Baró, Christian Basilis, Poly Bernatene, Hernán Casciari, Decur, Alex Ducal, Rodrigo Folgueira, Eduardo Abel Giménez, Pupi Herrera, Josefina Licitra, Natalia Méndez, María Monjardín, Alberto Montt, Eugenia Nobati, Javier Pérez Estrella (Cintascotch), Polaco Scalerandi, Luciano Saracino, Gustavo Sala, Matías Tolsà. Portada: Poly Bernatene. Editor: Hernán Casciari. Editorial Orsai. 84 páginas a todo color. ISSN: 2347-1077. Argentina, febrero-marzo de 2014.
 
Una de las cosas que más disfruto de la paternidad es el espacio de la lectura colaborada. En el suelo, en la cama, en dónde sea, ver la cara de mi hija reaccionando a la seguidilla de palabras que van saliendo del libro que sale de mi boca, es un instante de gloria y máximo placer, sólo superado por las ocasiones en que su voz me lee a mí el libro que arma su cabeza con el libro que tiene entre las manos.
 
 
Bonsai es una revista-libro pensada para esos momentos únicos e irrepetibles. Y si no es así, con mi hija acabamos de decretarle ese uso y ese destino. Porque, me parece, lo viví, la experiencia de la lectura crece y se (nos) transforma desde esa perspectiva, desde esa interacción. Quizás porque la publicación generada por Hernán Casciari (y comandada por él y Poly Bernatene) no es más (ni menos) que una serie de puertas abiertas al deleite de la imaginación, del juego, de la sorpresa, de la emoción construida (al menos) de a dos.
 
 
Resultado palpable en el mundo real de la revista que hace la familia de ficción que protagoniza la revista, Bonsai se constituye como una publicación de interés general que es, a la vez, el retrato contemporáneo de una amorosa familia, algo disfuncional, atravesando el trance de la recomposición de sus lazos internos después de protagonizar un trauma de proporciones. Un grupo que acepta y transita (como puede) la posibilidad de ser y estar, al mismo tiempo, alegre y triste. Por lo que se tiene y por lo que se perdió, que es mucho. En ambos casos.
 
La familia Dámaso en el recital de Violetta, uno de los puntos más altos de Bonsai
 
Como el Anteojito y el Billiken cuando yo era pibe, Bonsai aborda los tópicos y los formatos históricos de las revistas infantiles: Historietas, recetas de cocina, horóscopos, crónicas periodísticas, cuentos, correo sentimental, notas científicas, ejercicios de ingenio y un largo etcétera. Pero lo hace desde un punto de partida novedoso, acorde con los tiempos (internos y externos) que corren, con cierta correcta incorrección política que la hace tan creíble como querible.
 
 
Instancia de comunión entre padres e hijos, la calidez que rebalsa de estas páginas acompaña el descubrimiento del otro. Se toma el tiempo necesario para abordar el mundo infantil desde el mundo adulto; y el mundo adulto desde el mundo infantil. Crece como una planta que se riega y se cuida con amor, humor y regocijo por partes iguales. Porque tiene, sobre todas las cosas, mucha ternura para compartir.
Fernando Ariel García

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