viernes, 4 de octubre de 2013

LAS GRANDES ENTREVISTAS DE SONASTE MANECO: JOSÉ MANUEL PUEBLA

Havana 7. Historias que cuentan reanuda sus homenajes temáticos al Periodismo el próximo martes 15 de octubre. Y lo hace poniendo el foco en una forma de comunicación y análisis de la realidad muy poco reconocida pero esencial y apasionante, que genera una inagotable fuente de historias y anécdotas: el Viñetismo o Humorismo Gráfico. Uno de los homenajeados en el Teatro Calderón de Madrid es José Manuel Puebla. Por Doc Pastor.


En Havana 7. Historias que cuentan os juntáis cuatro viñetistas en un evento que conduce el gamberro de Darío Adanti, ¿qué se puede esperar? 
Pues espero que pasar un buen rato, y hablar con Darío para que no sea tan gamberro.
¿Vas con algo preparado o más bien a la aventura? 
La idea es escuchar la preguntas de Darío a quemarropa e ir explicando, supongo que los temas irán por la dinámica de trabajo, las cosas tan disparatadas que nos suelen ocurrir ya no en las viñetas, precisamente en cómo transcurre la realidad. Siempre te supera la realidad. Y también dibujaremos algo en directo.
El humorista gráfico necesita reflexionar y documentarse, ¿cómo llevas la improvisación? 
Creo que no improvisaré mucho, la verdad. Normalmente hay que prepararse el guión, como un locutor de radio, y luego te puedes salir. Incluso el que va a la aventura se lo ha preparado. Se puede improvisar, pero dentro de un marco.


¿Cómo ves este homenaje que os hace Havana 7? A vosotros y a toda la profesión. 
Es impresionante. El humorista gráfico, igual que otro dibujante, está encerrado en su cueva, en su estudio, y que nos lleven allí a compartir escenario, teniendo un rato agradable con la gente, es una cosa bastante inusual pero muy atractiva. Tener al público cerca, poder tener interacción con ellos...
El viñetismo está muy ligado al periodismo y al cómic, pero no es exactamente ni uno ni otro. ¿Qué diferencias hay? 
En mi caso siempre fui dibujante, antes que humorista gráfico. Era dibujante a la caza de un guión, dibujaba como pretexto. Te van llegando las ideas, te vas formando una opinión y salen las historias. Al principio yo no sabía si iba a hacer cómics o viñetas como he terminado haciendo, ha sido una evolución personal de sentirme implicado con la actualidad, de gustarme la prensa...


Se trabaja de forma distinta, además. 
Sí. Siempre le doy mucha importancia al dibujo, pero tengo un yo guionista que suele ganar y dice que lo importante es el mensaje, y más o menos es así como funciono. Hay una lucha entre dibujante y guionista, afortunadamente se impone este último. No hay que ser un gran dibujante, se pueden hacer dibujos muy sencillos mientras se consiga llegar al lector.
Estáis muy ligados a la actualidad, pero muchas veces los políticos superan con creces lo que hacéis. ¿Estamos gobernados por payasos o solo lo parece? 
Yo creo que para ser payaso hace falta una preparación, y tienen toda mi devoción. Lo chungo son estos aprendices de payaso. La semana pasada hice unos adelantos sobre el tema catalán, he tenido que cambiarlos porque esas situaciones tan disparatadas habían ocurrido de verdad. No podía hacer una viñeta contando una cosa que en realidad estaba superada por los acontecimientos.


El humor es algo muy bueno, y casi todo se puede tocar. Forges hizo una preciosa viñeta tras los atentados del 11M. ¿Cuál es el límite del humor?
El que el dibujante se ponga, y en un medio de comunicación son los editores los que ponen el tope. Hay que evitar ser hiriente. En el caso del 11M, yo dibujé al Oso del Madroño llegando hasta Atocha para poner un cirio en homenaje a todas las víctimas. Lo que toco puede ser la crítica social, en caso de atentado estar con las víctimas, hay homenajes póstumos que es un género que me gusta mucho, o hechos atemporales que se pueden aplicar en el momento político. Cada uno tiene su tema y su estilo, algunos lo tienen más agresivo, yo prefiero decir más suaves las cosas. Aunque a veces se mete la pata, por supuesto.
Se hace este homenaje desde Havana 7 a la prensa y a los viñetistas, en un momento en que cada vez hay menos medios. ¿Cómo se lleva esto dentro del humor gráfico?
Es un momento inquietante. No sabemos hacia dónde va esto, pero está claro que tiene que haber una remodelación del sector, que de momento ha consistido en despedir a gente. Periodistas, compañeros viñetistas... Esperando a ver cómo se revitaliza el negocio, pero si no lo saben los gurús yo te voy a dar pocas pistas. Se lleva mal.


Para un viñetista puede estar la puerta de la novela gráfica, ¿lo has pensado alguna vez? 
A mí me gusta mucho la ficción. Tenía una serie que se publicaba en una revista, y me gustaría volver a retomar ese tipo de trabajo en la medida de lo posible. Crear un personaje y hacer una entrega semanal. De hecho estoy preparando algo que me permita salir un poco del ritmo de la actualidad, que acaba enganchando.
¿Puedes adelantar algo? 
Está en una fase muy inicial, no sé ni dónde lo voy a publicar. Es una trama familiar con todo lo que suele pasar, un matrimonio con hijos y sus cosas. Me gustan mucho esas series que se hacen en Estados Unidos con adolescentes, y últimamente veo que se hay muchas tiras sobre gatos.


Es cierto que últimamente se están viendo muchos gatos y perros, pero no es nuevo. Tenemos a Garfield, Snoopy y muchos más, ¿qué nos pasa con las mascotas?
Supongo que lo usamos para proyectar una idea de la que nos cuesta reírnos. Si lo hace una persona igual quedaría un poco tonto, o de mala. Tenemos muy desvirtuado al personaje humano. Las mascotas siempre han triunfado mucho.

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