miércoles, 28 de diciembre de 2011

LAS GRANDES ENTREVISTAS DE SONASTE MANECO: MIGUEL BRIEVA

El relato del Relato de la realidad esperpéntica, a través de una lente de aumento. La reflexiva filosofía del humor satírico. Las cosas reconvertidas en mera apariencia de las cosas. El deseo de reencarnar en un pato. Parte de la definida “Formación batiburrillo tutti-frutti” que caracteriza la obra de Miguel Brieva, autor de la revolucionariamente revulsiva Dinero. En esta entrevista exclusiva, Javier Mora Bordel se mete a fondo en el análisis de un estilo con sustancia y motivación: Remover la conciencia.


¿Cuándo te inicias en la historieta?
Dibujo desde pequeño; y los cómics eran ya entonces mi pasatiempo predilecto, así que lo llevaba predestinado o algo así. Luego más tarde me desvié de ese camino; y al final regresé a esto por avatares un poco fortuitos. La cabra tira al monte, supongo...
¿Qué autores te influyen más?
En el campo del dibujo, El Roto, Crumb, Escher, Franquin, Winsor McCay, Yopor, Beto Hernández, Sfar, Bourgeon, Hugo Pratt, Moebius y, en fin, muchos más.


¿Te consideras historietista o humorista gráfico?
Dibujante, sin más.
¿Consideras la historieta un arte maduro?
Maduro como cualquier otro campo creativo. Si uno rastrea, siempre encuentra cosas enormemente talentosas hasta en los orígenes mismos de toda disciplina artística. Otra cosa es que las condiciones sociales, o la imposición de la industria en cada momento, constriñan las verdaderas posibilidades de cada medio. Como en la actualidad le sucede al cine, por ejemplo.



¿Cómo definirías tu formación artística? ¿De qué manera los elementos de otras artes influyen en tu forma de concebir la historieta?
Formación batiburrillo tutti-frutti. Si yo hago historieta es simplemente por el hecho de que es lo que mejor sé hacer. Si supiera bailar o escribir o actuar, entonces haría eso. Y lo ideal sería poder hacerlo todo, qué duda cabe. En mi caso era el dibujo o nada, así que elegí el dibujo.
¿Qué diferencia a tu obra pictórica de tus viñetas?
Básicamente que mi obra pictórica no existe. Hace más de 10 años que no me acerco a un lienzo que no esté ya enmarcado y colgado en la pared. El aguarrás huele mal.



¿Es la autoedición el único recurso para el autor novel?
Es el más rápido y, a mi entender, doblemente gratificante.
¿Qué supuso Dinero en tu trayectoria personal y profesional? ¿Cómo ha sido vivir el salto del fanzine a un medio profesional?
Supuso que por primera vez alguien me ofreciera editar mis cosas en lugar de yo mismo. Eso facilita algunas cosas, siempre que uno pueda seguir haciendo completamente lo que le apetezca.



¿Cuándo nace el mundo Clismón? ¿Por qué esta necesidad por un marco en el que englobar tu obra?
Siempre he fantaseado, probablemente por una inclinación persistente en mí hacia la pereza por el estudio, con la idea de que alguien, cualquiera, con tal de no tener que aprender las cosas ya admitidas, pudiera rehacer por si solo un mundo, un mundo entero, con su historia, sus héroes y villanos, su ciencia, su arte, lo que sea, igual de complejo que el supuesto mundo real, tan sólo por satisfacer el apetito de su propia imaginación. Y por no tener que memorizar el mundo generalizado, claro. Ese tal vez sea el origen de mucho de lo que he hecho, no sé. Clismón es el ente en la sombra detrás de todo ello.
¿Qué prevalece más en tu estilo: El gusto por la palabra o una imagen que perdure?
No sé qué perdurará más; probablemente la palabra. Las imágenes requieren de un soporte físico, y eso es algo muy efímero, aunque casi inimaginable en nuestra sociedad hipervisual. Las palabras, en cambio, sólo requieren de personas que las transmitan. Yo trato de conjugar ambas cosas en la medida de mis posibilidades.



¿Cómo concibes tu humor? ¿Hasta que punto el absurdo o el surrealismo te han marcado?
Esa es una corriente del humor que para mi es fundamental, capaz de cuestionar los límites mismos del humor. Pero todas las ramas del humor son combinables, y esa suele ser la mejor opción.
Hay un claro contraste entre el elemento satírico que encierran tus palabras y el tono hiperrealista de la mayoría de tus imágenes. ¿Podríamos decir que tu estilo es esperpéntico?
Podría ser, tal vez, aunque lo verdaderamente esperpéntico es la realidad, y el relato de la misma que se hace desde los medios, la publicidad, etc. Yo sólo le añado una lente de tres aumentos justo encima.



¿En Dinero tratas de parodiar iconos sociales y culturales? ¿Es tu mirada irreverente?
Nuestro constructo social y económico es el que es irreverente con el mundo y con nosostros mismos, con la dignidad de la que somos portadores. Cine social o politizado no es el que habla de barriadas pobres y obreros, que es lo que hay generalizadamente en el mundo, sino todo el resto.
¿Hasta que punto te consideras un autor comprometido?
Esa etiqueta es desconcertante, como la de arte político. ¿Eso quiere decir que a todos los demás autores, los que carecen de esa calificación, les importa todo un pimiento?



¿Cuál es la influencia de la filosofía y de la reflexión en sí, dentro de tu obra?
Bastante, dado que yo mismo, por cuestiones de fabricación genética y educativa, tiendo a ser bastante analítico y racional. Digamos que todo parte de ahí para irse desparramando, como la masa de un flan, sobre los moldes que me va permitiendo mi renqueante capacidad con el pincel.
Has desarrollado una extensa labor en revistas de corte under como Tos, o Nosotros somos los muertos por citar algunas. ¿Crees que se han convertido en la actualidad en un reducto de expresión aislado, marginal?
Esas revistas, algunos fanzines como Mondo Brutto o Vacaciones en Polonia, el periódico Diagonal, y luego todo ese trasvase constante de información que se da en miles de páginas en internet. Los demás medios, los grandes, están lastrados en mayor o menor medida por el interés económico o la presión publicitaria. La chicha del momento a menudo se cuece en los márgenes.



¿Cuándo inicias tu colaboración con El Jueves? ¿Supone tu salto a un profesionalismo más estable?
El Jueves es el Ministerio del Humor. Todos echamos la papeleta para las oposiciones, y si los hados están de tu parte entras en plantilla. Lo que más me emocionaba de El Jueves era recibir un jamón por navidad. ¡Qué sensación más bonita de pertenencia a un colectivo, y todo gracias a un jamón! Más tarde, con la entrada de la revista en un grupo editorial multinacional, se acabó ese privilegio para los dibujantes. ¡Porca miseria!
¿Cuál es tu relación con la prensa generalista? ¿Son meros encargos o puedes dar rienda suelta a tu quehacer satírico?
Hay de todo, pero por lo general me llaman para que haga lo que quiera. La única censura con la que me he topado hasta ahora ha sido con la de los anunciantes. Nunca menciones una marca, ni al propietario del medio en cuestión, claro. Mientras no digas tacos ni agredas a las marcas anunciantes, di lo que quieras. Al fin y al cabo, los humoristas gráficos no somos más que los bufones puñeteros, pero en definitiva intrascendentes, de la prensa.



Háblanos de tus heterónimos. ¿Cómo nace La vida/ la muerte? ¿Quién es Clismón?
Doplacié es un poeta polaco, ya octogenario, del que he aprendido múltiples cosas acerca del Objeto Maravilloso. Él escribió ese libro. Actualmente la editorial Clismón prepara el primer volumen de sus Obras Incompletas.
¿Sientes la necesidad de crear un personaje serializado? ¿Posee cierto tono lírico tu obra?
No a lo primero, aunque tampoco me importaría. Y sí a lo segundo, o al menos así lo espero.



¿Cuándo comienza tu colaboración con (la editorial) Mondadori?
Hace cuatro o cinco años, con Bienvenido al Mundo. Ellos me ofrecieron la posibilidad de hacer un libro tal y como yo quisiera, y encima a color. Así que aproveché para recopilar mucho material que había ido acumulando durante años.
¿Qué afán ilustrado te llevó a ser capaz de plasmar una enciclopedia de tu propio mundo personal en Bienvenido al mundo: Enciclopedia universal Clismón? ¿Cuál es la frontera trazada con la realidad?
¿Quién lo sabe? Nadie parece saberlo bien. En todo caso, en la pregunta 9 queda respondido algo al respecto.



¿Cuál es, a tu juicio, el rasgo estético o temático común en tu antología El otro mundo? ¿Por qué se canceló tu colaboración del mismo nombre en El País?
El Otro Mundo es también una recopilación de trabajos de El Jueves y (la edición española de) Cinemanía, fundamentalmente. Es un refrito que, sin embargo, creo que tiene cierta coherencia. Habla de la equidistancia entre el mundo que vemos y el que creemos ver. En cuanto a la colaboración con El País, era puntual, para la sección Revista de Agosto, y simplemente no volvieron a llamarme.
¿Cuál es la gestación de tu proceso creativo?
Mirar a mi alrededor, leer, charlar con amigos, sacar provecho de sustancias estimulantes variadas, desconfiar hasta de uno mismo. Divertirse en el proceso. Poco más.



¿Está subvertido actualmente el arte? ¿Es una estática estética?
Es tal vez un problema de nombres. Del mismo modo que un martillo del todo a 100 (el argentino todo por dos pesos) ya no es un martillo, sino la apariencia de un martillo, en tanto que se rompe al golpear un clavo, asimismo la política no es política, la libertad es un espejismo, y el arte ya no deleita, ni intensifica la vida, ni sana a nadie. Obviamente sigue habiendo gente que practica la política, en los barrios y asambleas, y de la misma manera también hay gente que crea ideas y artefactos que ensanchan el mundo para ellos y para los demás. Es un problema de lo que masiva y comúnmente se conoce por estas palabras vacías de contenido. Pero vaya, su contenido no ha desaparecido, sigue existiendo ahí, al margen del discurso hegemónico.
¿Qué te impulsa a crear: La expresividad, el afán de ser original…?
La necesidad de hacer algo con el tiempo, el espacio, unas manos vacías y una mente dispersa.



¿La sociedad del capital tiene sus horas contadas? ¿Hacia dónde camina el mundo?
El capitalismo, entendido como utopía del crecimiento constante, se topará inevitablemente en este siglo con los límites biofísicos del planeta. El nivel de desastre y caos con que esto se produzca es lo que queda ahora por dilucidar. Esperemos que algo despierte entre todos, un cierto nivel de conciencia casi inédito en la historia, que nos permita evitar lo que es inaceptable.
¿Eres profeta en tu tierra? ¿Consideras que en España la figura del creador está suficientemente valorada?
No lo sé. Me considero suficientemente privilegiado tan sólo con poder vivir de lo que me gusta hacer.



¿Renovarse o morir?
Morir, y luego renovarse en forma de materia latente, hasta el infinito y más allá.
¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Tal vez hacer un cómic largo, narrativo, con una historia común, y luego ya me puedo morir tranquilo y reencarnarme en pato.

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